jueves, 27 de mayo de 2010

No se juega con la comida (parte5)


Está bien, lo admito. Ha sido genial.
No puedo evitarlo, la sonrisa no desaparece de mi rostro. Bueno, no es para tanto, ¿no? Solo es un humano. Uno más del montón. Eso sí, no creo que todos los del montón hagan las cosas como las hace el. Ya estoy desvariando otra vez.
-¿Natalie? Tu padre te espera.
Abro la tapa y veo la risueña cara de Elise, con esos mechones rebeldes enmarcándole el rostro. Me pongo ante el armario y deslizo las prendas.
-¿Qué hacías allí dentro?
-¿Qué?
-En el ataúd –alza una ceja- Pensé que era tu cama, ya sabes... en pasado.
Miro hacia atrás y me doy cuenta de ello. Nunca duermo en el ¿Por qué esta vez me he acostado sin pensarlo? Recuerdo que alabe al creador del colchón moderno en su momento ¿Por qué narices me meto en esa sucia y vieja caja de madera? Por su comodidad no, por supuesto.
Me acicalo lo justo para no parecer presuntuosa y salgo en busca de tan importantes noticias.

Padre mira fijamente al techo, contemplando la vida apacible de una araña. Qahhar y Lizz aguardan, ella se mira las uñas sentada en un sofá de cuero negro, el admira sus propios músculos.
Entro en la estancia y parece que nadie nota mi presencia. Puff, esto va a ser un coñazo enooooorme.
-Estas muy guapo hermanito, puedes dejarlo ya.
Lizz se ríe sin dejar de mirar sus uñas, recién pintadas por cierto. Me tiro al sofá justo a su lado.
-¿Cuando maduraras Zina? Creo que ya va siendo hora.
-Oh, Disculpe caballero. ¿Qué tienes 5 siglos ya?
-Desde luego parece que mas que tu si tengo
-En eso estamos de acuerdo, tu mentalidad es más parecida a la de padre que a los de tu época.
Amuka carraspea ligeramente. Parece que nuestra conversación le distrae del apasionante mundo de las arañas. Me aburro. Le hago trenzas a Lizzy por todo el pelo, pero despacio... no quiero acabar y no tener nada que hacer de nuevo.
-Llego tarde, culpa mía. Podemos empezar.
Hiro se sienta a mi lado y espera las instrucciones de padre, pero Qahhar se mantiene en pie. Por otro lado Héctor se levanta, y sale de la estancia abandonando así su austera posición a los pies del antiquísimo vampiro. Si no me equivoco ese parasito llego a la Atlántida justo después del nacimiento de Lizzy. Solo Hiro y yo recordamos como era la vida sin él, cuando padre aun se movía e incluso sonreía.
-El tema es muy sencillo. Siempre la misma historia. Un idiota está jugando a ser dios. –Todos escuchamos- Voy a ir directo al grano. Ji Hoon, entra.
Ha sido solo un murmullo, pero mi amante de ojos rasgados entra y se coloca junto a él. Por fin el misterio será resuelto.
-Todavía no se quien está poniendo en juego nuestra existencia, por eso os he llamado.
-No te preocupes padre, nos haremos cargo de todo.
-Hiro... ¿crees que la cosa es tan sencilla?
Mira a Ji Hoon y todos hacemos lo mismo. Solo entonces noto que algo raro pasa con él. Parece, sé que no es normal, pero aun así parece como si hubiese bebido sangre de vampiro y cada vez lo noto más. Le salen colmillos y su expresión cambia. Sus ojos están fijos en mi y su sonrisa representa algo que no me gusta ni un pelo ¿ha estado poniendo me a prueba todo este tiempo?
-¿Me lo puedo quedar? –Los dientes de Lizz arden en deseo.
-Hay más como él. No sé cuantos, pero tenéis que encontrarlos y traerlos. Salvatore encontró a Ji Hoon por las calles de Seúl y le trajo hace un par de décadas. Arriesgarnos a que otro de ellos ande solo entre la gente, sin saber exactamente lo que es y poniéndonos a todos en peligro es inaceptable.
-¿Pero cómo...?- Mis palabras no terminan de salir -¿Medio humano?
-Así es. El vampiro en cuestión deja embarazadas a las mujeres y desaparece. Cuando las pequeñas criaturas están lo suficientemente desarrolladas quieren salir. Lamentablemente para ellos la madre no sobrevive al proceso y ellos quedan a merced de la ley espartana, solo los más fuertes son capaces de crecer y llegar a esto. Hemos encontrado a 3 hermanos suyos, todos menores que él, en poco tiempo llegaran a la isla y serán educados conforme a su condición.
-No necesitamos a mas chupasangres y menos de ese estilo –La ira de Lizz esta forzosamente controlada.
-Ellos pueden sobrevivir a base de comida normal, no te preocupes, no te faltaran humanos a los que mortificar. De todas formas, ese es el punto de traerles aquí, mantener la proporción de vampiros y humanos que tenemos actualmente.
-¿En cuanto a padre?
-Qahhar hijo... tu siempre encerrado en lo menos trascendental. Esta condenado, si le encuentras puedes hacerte cargo de él. Mas cuidado, no te equivoques de vampiro, no sobrellevo bien las peleas entre familias.

No hay comentarios: